agosto 31, 2009

Graciela Iturbide

Yo no conocia el trabajo de Graciela Iturbide para ser honesto, pero el estar presente en la inauguración de la que nombraban la mejor fotografa de México me entusiasmaba.

Es de pequeña estatura, fragil, sus grandes aretes me desviaban la atenciòn, ahi sentada en medio de quienes rigen la cultura de esta ciudad observaba permanecia muy atenta a las palabras que la aludian.

Entre canapes y vino se llevo a cabo la inauguración de "Ciudad de México, Ciudad Roma" Cuando un reportero se le acerco para unas preguntas le contesto: "Ahora estoy con mis amigos"

Después de eso me pregunte ¿Quien es Graciela Iturbide? la respuesta aún no la se. La inquietud me ha perseguido desde entonces. Trato de entender esa imagen, como se dio, que paso por su mente en ese instante, pero creo que jamás lo sabre. Es como ese Ángel con larga cabellera negra que pareciera un rio cayendo por sus espaldas, negro como el terciopelo. Es tan dificil de explicar, quizas no se ha inventado palabra alguna que describa esta sensación que me llega al ver estas imagenes...



Texto extraido de Letras Libres:

"En Eyes to fly with por primera vez se publica una fotografía de Graciela Iturbide que sólo existía en sus contactos y a través de sus palabras. Es una imagen mítica en la vida y la obra de Graciela Iturbide, que había quedado inédita por el temor que le despertaba. Cuenta ella que a raíz de la muerte de su hija a una temprana edad, comenzó a fotografiar los ataúdes de niños que, en México, se llaman “angelitos”. Antes que una terapia, la obsesión se antoja un juego con la muerte, que el dolor desafiaba hasta que la fotógrafa se topó con este “hombre-calavera” o “Mr. Death” como ahora nos gusta nombrarlo. Graciela Iturbide sintió que de tanto perseguir la muerte, quizá la había alcanzado en esta imagen que sacó y se negó a imprimir y dar a conocer. Se trata de un hombre que yace atravesado en la entrada de un cementerio, vestido y como si hubiese caído después de una noche de borrachera, cuyo rostro ha sido comido por los pájaros, dejando al descubierto la calavera que cifra el horror de la corrupción.

¿Quién había arrojado este cuerpo a mitad del camino? ¿Por qué nadie antes lo había visto y le había dado sepultura? ¿Por qué tuvo que toparse Graciela con esta visión para ver lo que estaba sucediendo en lo más íntimo de su persona? Con el rodeo de todas estas preguntas, vuelvo a la pregunta inicial: ¿qué o quién guía los ojos de Graciela Iturbide?, y no tengo más respuestas que hace rato"



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Con esto les presentamos el epidosio número 12 de este experimento: El podcast de Graciela Iturbide.



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