diciembre 24, 2009

Bueno pues... Feliz Navidad!

¡Ah! la Navidad que cosas.

De niño la idea de ir en un viaje de 2 horas hasta Neza era de terror, yo hubiera preferido quedarme a quemar cuetes con mis amigos o hacer alguna travesura. Pero ni modo asi son nuestras tradiciones. Todas las navidades las habia pasado en familia. Pero una navidad la pase en Monterrey rodeado de ingenieros barbajanes y uno que otro ojete jaja! En mi manera de ver las cosas creo no tener apegos bueno no demasiados, por eso la idea de navidad me es un poco ajena. Cuando me preguntan si soy cátolico mi respuesta es que no, pero siendo educado en esa doctrina pues como que se tambalea la cosa jaja digo si hasta la primera comunión hice entonces en México la religión la tenemos hasta el tuentano.

En aquella ocasión la pase muy chido escuchando a Chavela Vargas, aunque la cruda no estuvo padre, puedo decir que ese viaje me cambio la vida pero esa es otra historia.

Ya han sido varias ocasiones en que he pasado estas fechas en otros lugares una ocasión en Reynosa. Otra mas en carretera, pero la que mas recuerdo es una en la que veniamos de Ciudad Camargo esa ocasion habiamos trabajado todo el dia y nos aventamos a manejar hasta donde el cuerpo nos diera. Esa ocasión rentamos una camioneta, como el camino es largo nos turnamos para manejar. Como era 24 la carretera estaba vacia, solamente algunos traileros rolaban. Ahora entiendo que el cuerpo es sabio y cuando te da una señal tienes que atenderla de inmediato. El caso fue que me quede dormido manejando, la camioneta de fue de lado izquierdo del acotamiento, el brusco movimiento nos hizo reaccionar, frente a mi un pequeño pilar blanco, gire el volante y el golpe fue tan rápido que no me percate si quiera de mirar el espejo para ver si no venia otro carro, la camioneta siguio andando hasta llegar a una planicie de tierra donde nos detuvimos, el golpe destrozo el radiador, la defensa, un faro y mi autoestima de paso. Por supuesto que recibi un buen regaño de mi copiloto pero yo estaba lejos de esa escena, mire alrededor y solo noche. acomodamos unos cartones y nos quedamos a dormir en medio del desierto. El frio era increiblemente terrible, el viento soplaba produciendo sonidos que me inquietaban. Mis manos temblaban, mi mente no dejaba de pensar en ese pilar golpeando la camioneta, no dejaba de sentir culpa, miedo, coraje por poner en riesgo mi vida y la de los demas, ese es un dolor que cala mas que el frio del desierto.

No suelo contar esta historia quizas por pena o por no encontrar un significado para hacerlo, ahora con tantos kilometros en carretera puedo decir que yo respeto cada una de las señales que veo en el caminoy también puedo decir que tambien respeto aquellas "señales" que me da la vida en mi camino.

Feliz Navidad para todos mis amigos y familiares, espero que cada uno se tope con un pilar blanco en su camino para que puedan entender que el frio se puede sentir mas alla de lo que nos han enseñado...

Los quiero!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario