No hay que dejar que la historia se repita, estas fueron algunas de las palabras que se escuchan cada año en esta marcha, cada año veo familias marchando, jovenes, estudiantes, maestros, mujeres, niños. Bajo el sol las imagenes en blanco y negro parecieran no estar tan lejanas. Cada año se escuchan nuevas consignas, se crean nuevas canciones. Cada año los goyas retumban en las calles. Cada año la violencia se hace presente.
De las marchas que he participado creo que la que ocurrio durante la huelga de la UNAM con el CGH fue mágica, un recorrido desde C.U hasta el zócalo inmensas filas, miles de personas marchando por un objetivo. Los medios acechando como buenos buitres en busca de las nota.
La violencia se hace tan común que se vuelve invisible, un niño en la calle ya no asombra a nadie. Un granadero insultando a una chica es un retrato de lo invisible. La voz se hace eco, mientras los que gobiernan imaginan que sus acciones son la salida a nuestra pobreza social y economica. Los que gobiernan pensaron hace 41 años que sus desiciones eran las mejores y hoy siguen pensando lo mismo.
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