octubre 26, 2009

Inauguración en Casa Vecina.


Benjamin Van Dyke / Casa Vecina, Ciudad de México, 2009

Mi obra tipográfica es un derivado de la paradoja que surge entre la necesidad por explorar inherente al diseño y la rigidez de los sistemas lingüísticos. Es la búsqueda del descubrimiento en un área que se ha vuelto concreta por la necesidad de claridad. Esta obra es una cacería obsesiva de evidencias cuantificables de valor a partir de formas de comunicación que son proporcionales a la complejidad de nuestras mentes.

El primer paso es comprender la importancia del flujo. El principio de incertidumbre de Heisenberg establece que cualquier cosa que puede ser medida está sujeta a fluctuaciones realmente azarosas. El lenguaje, desde luego, es una convención rígida que insiste en ser tersa para poder funcionar adecuadamente y que coquetea con un estado de máxima entropía dentro de un sistema cerrado. Heisenberg demuestra la importancia del flujo mediante la deducción de que la naturaleza siempre interferirá en el control absoluto, sin importar nuestra necesidad de simplificar.

Mi propuesta consiste en muestras improvisadas de narraciones fragmentadas, diseccionadas, y de exabruptos autobiográficos crípticos. La improvisación es una herramienta muy útil para inspirar dudas, hiperenergía, y los imprevisibles resultados que responden intuitivamente al espacio. Esta práctica proporciona oportunidades sorpresivas pero plantea problemas para obtener cierres. Las respuestas pueden estar desperdigadas a lo largo del recorrido y ninguna en el destino—puedo comprender el valor pero sin articulación. Esto me lleva a creer que los resultados están más allá del lenguaje. Trabajo para exponer más el iceberg incluyendo partes de la psique humana que en general se reservan para la ensoñación. Provee la capacidad de explorar los puntos de ruptura de la comunicación con la esperanza de renegociar nuestra habilidad para comprender el lenguaje que va más allá de la comunicación.

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