agosto 14, 2009

Morbo




Es la una de la madrugada, mi mano me punza. La pelota viajaba escapando al contacto de nuestras manos, de pronto nos ganaba y se perdía entre árboles, a pesar de la noche seguía su martirio. Faltaban dos tantos para ganar, la pelota estaba en mis manos justo para el saque. En la noche los ruidos se amplifican justo ahora escucho el cantar de los grillos lo que me remonta a lugares mágicos como la sierra de Guanajuato "La lagunita" En la noche acostados en el suelo frente a un ventanal los cerros se convierten en monstruos enormes con reboso de neblina y en medio de la nada el total, los grillos hablaban. Un ruido seguido de un golpe se escucho a lo lejos todos volteamos hacia el puente. En automático corrimos todos. Desde lo alto una voz nos grita "llamen a una ambulancia" Un intento y nada, otro mas, el número esta incompleto quizás fue mi nervio al ver un cuerpo tendido a mitad del puente. Finalmente Ivan hace la llamada. La voz a lo lejos era de un trailero quien nervioso caminaba de un extremo a otro del puente. Aun tiene pulso les dije su muñeca aun pulsaba, gente moviendose acercándose. Las sirenas iluminan un volskwagen blanco el golpe al costado es notorio entendible, aunque en mi mente no cabe la idea de como pudo volar tan lejos. De pronto un pie se mueve me acerco escucho voces sus ojos se mueven con una mano trata de limpiarse la sangre. Cesar fue lo que me responde. "Ya la cage ni pedo, va chido" me repite una y otra vez. Me pregunta ¿En donde estoy? estas bien le conteste. Un flash ilumina la escena, mas en confianza se acerca. No tomes fotos le pedí disimula se va y sigue tomando, Ivan nuevamente le pide lo mismo, termina guarda su cámara y regresa a su carro. Los gritos de ¡avance! ¡avance! ante la mirada de morbo de los automovilistas y ante su lenta marcha al pasar frente al cuerpo de Cesar. Alguien logra conseguir un número telefónico desde arriba del puente me habla pero ya no tengo crédito. Me robaron me dijo cuando me acerce a él no entendía a que se refería. Nos alejamos de la escena Aldair me dice que tiene miedo cuando su papa maneja tomado quizás el también percibió el aliento de Cesar. Una persona recargada en una esquina, mira algo entre las manos con mucho interés al pasar frente a el baja la mirada no sin antes observarnos, camina para perderse entre las vías del tren. Me robaron me repetía Cesar me robaron, ahora se a que se refería.


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